Autora: Natalia Sanguino
Editorial: Versátil
PVP: 19€
Páginas: 446
Encuadernación: tapa blanda con solapas
Sinopsis
Querido diario:
Vaya encabezamiento hortera… No pasa nada, que no cunda el pánico. Estar en el paro no es lo peor… ¿no? Es malo, pero no lo peor en absoluto, no. Es más, podría ser peor. Podría verme trabajando por un sueldo de vergüenza haciendo algo para lo que no hacía falta estar cinco vocacionales años en la Facultad... Podría encontrar jefes que no me llegan a la suela de los zapatos y que engolan la voz para decirte «no sirves para esto, bonita». Que no sabes si es peor lo primero o lo segundo... Podría tener amigos cuyo concepto de la amistad es dudoso, y otros tan buenos que dan asco... Podría fijarme en el chico equivocado y él podría ignorarme. Hasta eso podría hacerlo de una manera irresistiblemente atractiva... Podría llegar alguien, calificarme de mileurista con titulitis y quedarse tan ancho y tan simple en su realidad paralela. ¿Mileurista? ¡Para eso debería cobrar algo! Podría dudar hasta de mi color de pelo. De eso mejor no hablamos. Ah, espera, que todo esto es lo que me ha pasado... Insisto, que no cunda el pánico, querido encabezamiento hortera. Sonríe, diviértete.
Así es
Diario de una periodista en paro.
NOTA: No se requiere ser periodista para reírse.
Opinión personal
Hace ya un tiempo que leí esta historia, pero guardo un muy buen recuerdo de ella. Es una historia muy fresca y divertida que logra sacar más de una sonrisa con las ocurrencias de Carolina.
Nuestra protagonista estudió periodismo y ahora está en paro. Y si algo le sobra es tiempo. Por eso decide empezar un diario donde se desahoga y cuenta sus penas. Su vida es un pequeño desastre. No tiene suerte ni el trabajo, ni el amor. Pero ella no se hunde, no se deja mangonear y sigue insistiendo, luchando para dejar de ser una periodista en paro.
Podríamos catalogar esta novela dentro del género chick-lit. Lo primero que te llama la atención es que está narrada de una forma tan ágil y divertida que te engancha.
Las situaciones que nos cuenta Carolina son muy normales, pero la autora les aporta una dosis de humor que hace que queramos seguir leyendo. Yo me vi enganchada a la historia y estaba deseando saber en qué más situaciones descabelladas se encontraría nuestra protagonista, saber de qué más nos haría partícipes.
El libro toca todos los temas: la crisis económica, el injusto tratamiento a becarios, el mileurismo, los jefes explotadores, las madres que no te comprenden, los amigos que son más pesados que otra cosa... Y todo ello con humor. Un sentido del humor que no conviene perder bajo ningún concepto.
Es muy sencillo sentirse identificado con alguno de los desastrosos aspectos de la vida de Carolina. Como yo, ella estudió periodismo y sufre los efectos del paro, del mileurismo, de los empleos explotadores... En fin, todo eso que está a la orden del día.
Pero hay más, porque también sus amigos tienen tela. A algunos la suerte les ha tratado demasiado bien, otros le echan más cara que otra cosa... y siempre hay alguien que se preocupa por ella de verdad, aunque Carolina sienta que no lo merece.
Natalia Sanguino maneja la narración con mucha soltura. Su forma de escribir es sencilla, directa, sin andarse por las ramas y es toda una maestra en el uso de la ironía. Hay muchos autores que lo intentan, pero manejar la ironía por escrito no es sencillo, y si se hace mal, el resultado es terrible. En este caso, la autora domina el arte del sarcasmo y eso le aporta un grato punto extra a la novela.
La protagonista, Carolina, me ha encantado. Es una chica de armas tomar que, pese a la incertidumbre que rodea su vida, no se rinde. Muchas de las situaciones que nos cuenta son degradantes y hundirían a cualquiera. Pero ella se las toma con filosofía y humor, de una forma admirable y de la que todos deberíamos aprender.
Algunas de las cosas que le pasan a Carolina están basadas en momentos reales de la vida de la autora. Pero otras, son de pura invención (¡por suerte!).
No hace falta ser periodista o tener intención de serlo para divertirse leyendo esta historia. Simplemente con haber sufrido alguna de las injusticias que abundan en este mundo, ya estamos preparados para disfrutar y reírnos con Diario de una periodista en paro y el montón de anécdotas que nos trae.
Puntuación: 9
Si queréis pasar por una terapia de risas, esta es la novela ideal.
Besos,