Autor: Edgar Cantero
Editorial: Minotauro
PVP: 20,90€
Páginas: 384
Encuadernación: tapa dura con sobrecubierta
Sinopsis
Noviembre 1995. Dos meses después de que el último Wells saltara de la ventana del tercer piso (sin abrirla antes, por cierto), dos misteriosos europeos llegan a Point Bless, Virginia, para tomar posesión de Axton House. A. es el misterioso heredero inesperado; Niamh es la adolescente muda de peinado inconstante que él llama su socia o su guardaespaldas.
A través de diarios, cartas y la más avanzada tecnología de los noventa, El factor sobrenatural relata su investigación del turbio suicidio de Wells, la sociedad que fundó y un “pasatiempo burgués” de proporciones globales. Todo ello mientras sufren terribles pesadillas, conviven con el fantasma local y, en general, disfrutan de su propia casa encantada.
Opinión personal
Os traigo la reseña de un libro del que no sabía muy bien qué esperar y con el que me he llevado una tremenda decepción. Por un lado, la historia me estaba gustando en su parte sobrenatural, pero en determinado momento deja a un lado la casa encantada para centrarse en otra cosa totalmente inesperada, y para mi gusto, poco acertada.
El libro cuenta la historia de A. quien ha heredado Axton House después de que su último propietario saltara por la ventana. Acude a la casa junto con su amiga muda Niamh, y allí descubrirán que la casa esconde muchas cosas: misterios, secretos, laberintos e, incluso, fantasmas. Pero lo más inquietante será descubrir que Wells, el último propietario de la casa formaba parte de una sociedad secreta de la que nadie quiere hablar.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención es la forma en la que está narrada la novela. No es una narración a la que estemos acostumbrados, pues la historia nos llega dividida en fragmentos. Estos fragmentos pertenecen al diario de A., nuestro misterioso protagonista; cartas a la tía Liza; transcripciones de la libreta de Niamh; grabaciones de vídeo o de audio e incluso documentos relevantes para la historia.
Y otra cosa que me gustaría destacar es el tema de los acertijos, que involucran al lector en la historia. Nos explican cómo resolverlos, cómo lo consigue A. y cómo lo podemos hacer nosotros, pero a mí, sinceramente, me ha resultado demasiado complicado seguir las indicaciones y mi cerebro desconectó a mitad de la explicación.
Los personajes principales son uno de los puntos fuertes de la historia. A. es tan misterioso que no sabremos ni su nombre. Es un chico que a pesar de estar en la veintena de edad, se comporta como si viniera del siglo XIX. Y el papel más importante lo cumple Niamh. A pesar de ser muda, esta chica se convertirá en uno de los ejes de la historia. Con su carácter excepcional y su fuerte personalidad, he conseguido simpatizar con ella mucho más que con A. y que con cualquier otro personaje. De hecho, solo ellos dos tienen su desarrollo dentro de la historia, pues los personajes secundarios se limitan a cumplir con su papel de extra y poco conoceremos de ellos.
La forma de narrar la historia es curiosa y contribuye a que el texto sea más ameno y la lectura más fluida. Pero mi pelea con esta historia ha sido constante, pues esperaba otra cosa totalmente diferente de esta novela. Mientras leía, el libro me estaba resultando entretenido, pero no trataba el tema que me hubiese gustado.
Me llamaba mucho la atención el tema de la casa encantada. Las películas de terror me gustan, y el tema de una casa habitada por fantasmas siempre ha sido santo de mi devoción. Y de eso esperaba que tratase el libro. Al principio, lo hacía pero acaba derivando en una búsqueda del tesoro, pues A. y Niamh quieren desvelar a toda costa los secretos de la misteriosa sociedad secreta de Wells. Y cuando ha derivado hacia eso, ha sido cuando a mí me ha decepcionado.
Al final, de la historia de fantasmas apenas tendremos unas pinceladas al principio del libro. La parte sobrenatural queda relegada a un segundo (casi tercer) plano, olvidada durante toda la lectura para aparecer brevemente al final, dejando la impresión de que está metida con calzador en dicha escena.
Y entonces, ¿hacia qué deriva? Pues hacia una sociedad súper secreta de la que nadie quier hablar, que se reúne una vez al año en la más absoluta intimidad para... bueno, eso no lo sabremos hasta el final del libro.
Las bitácoras de sueños cobran su importancia dentro de la historia, y los sueños de A. se me hacían cada vez más raros y pesados. No les encontraba el sentido y, aunque el final del libro es quien se lo aporta finalmente, a mí cada vez me daba más pereza leer sobre los sueños de A.
El giro en la trama desde la historia de fantasmas hacia esa extraña organización no sólo me decepcionó, sino que además me pareció mal explicado. Me he encontrado con lagunas argumentales, cosas que no me convencían, cosas que no me creía y cosas que necesitaba que me explicasen más,
El desenlace me ha parecido forzado, las explicaciones estrafalarias y algunas escenas, absurdas. Mucho humo y pocas nueces. A eso se resume el descomunal misterio al que se enfrentaban los protagonistas. Y el último capítulo me ha parecido simplemente de chiste.
En resumen, es un libro que me ha decepcionado y mucho. A medida que avanzaba la lectura, mi opinión sobre la historia iba decayendo. Me estaba gustando, de verdad que sí, pero cuando se olvida de la parte sobrenatural, de la casa encantada, para pasar a una trama burda, sin sentido y con escenas estúpidas, se convierte en algo totalmente diferente de lo que ofrecía y se lleva un auténtico batacazo contra el suelo.
Puntuación: 3
Agradecimientos a Minotauro por el ejemplar para reseña