El ritual de Avebury. Michelle Zink

Autora: Michelle Zink

Editorial: Anaya

PVP: 15€

Páginas: 388

Encuadernación: tapa dura con sobrecubierta

¡¡ATENCIÓN!! Tanto la sinopsis como la reseña de este libro pueden contener y contienen spoiler de las anteriores entregas de la saga La profecía de las hermanas. 

Sinopsis

Lia no puede olvidar las misteriosas palabras de la página final de la profecía, pues recuerdan que aún es posible un futuro en el que las almas no acechen sus sueños y esperanzas. Debe encontrar la piedra escondida por las hermanas de Altus, sus antecesoras, y completar el ritual de Avebury para cerrar la puerta a Samael y liberar a futuras generaciones de hermanas y a la humanidad del oscuro caos que resultaría de su llegada a nuestro mundo. Pero Alice sigue esforzándose por impedir esa liberación y aún no ha encontrado a la cuarta llave. ¿Llegará el día señalado?

Opinión personal

Con esta entrega se cierra la trilogía de La profecía de las hermanas. Un final más que perfecto que ha superado todas mis expectativas, que después de muchos meses de espera, no eran pocas. Antes de leer este libro, me releí los dos primeros, La profecía de las hermanas y El ángel del caos, porque no quería que se me escapase nada en una historia donde cada página entierra un secreto, donde cada página es importante por sí misma.

Y así, ayer al mediodía empezaba esta historia para acabarla por la noche, de la forma en la que me tuvo enganchada. Es genial. Es más de todo. Más tenebrosa, más oscura, más peligrosa, más envolvente, más perfecta...

La historia comienza con una Lia que se desvive por encontrar las piezas que le faltan para acabar con la profecía tras haber encontrado las páginas perdidas, a la vez que intenta perdonar a Sonia por su traición.

Es un libro donde vemos el lado más oscuros de alguno de nuestros protagonistas, pero también su lado más humano. En esta historia no me ha gustado todo, la actitud de Lia con respecto a sus amigas en muchas ocasiones me ha desagradado, y le he cogido mucha manía a James. Pero estos detalles hacen que la novela sea todavía más perfecta. La autora sabe llevarnos por el camino que ella quiere y durante las últimas cincuenta páginas mis nervios estaban a flor de piel casi tanto como si fuera uno de los protagonistas.

No puedo decir mucho sobre la historia porque no quiero desvelaros nada, pero bastará con decir que más de una vez a lo largo de la tarde estuve tentada de leerme el último capítulo para saber cómo acababa la historia. Pero no lo hice, y mis ganas por conocer el final me llevaron a devorar el libro en unas horas.

En cuanto al final... Simplemente perfecto. Una maravilla. No podía haber hecho la autora que los acontecimientos girasen de otra forma. No defraudará a nadie. La única pega es que al terminar el libro, me ha dolido separarme de todos y cada uno de los personajes, todos ellos entrañables, cada cual a su manera.

Tras el cierre definitivo de esta trilogía, que acaba con un broche de oro, puedo decir que, al menos para mí, esta saga ha ido in crescendo, siendo cada entrega mejor que la anterior. Michelle Zink ha conseguido abrirse paso a la lista de mis autores preferidos y si sus próximos libros son por lo menos la mitad de buenos que estos, ya habrán merecido la pena.

Puntuación: 10.

Como no podía ser de otra forma, en mi reseña de El ángel del caos dije que me guardaba el 10 para la última entrega, que esperaba que fuese la mejor. Y lo ha sido.

Besitos,