La huida. Emma Pass

Autora: Emma Pass

Editorial: Montena

PVP: 9,95€

Páginas: 428

Encuadernación: tapa blanda con solapas






Sinopsis

Reino Unido, año 2113. La ACID, la fuerza policial más poderosa y corrupta del planeta, ejerce su poder absoluto sobre la atemorizada población. En una de las prisiones más peligrosas del país se encuentra Jenna, una adolescente de diecisiete años que ha sido acusada de haber asesinado a sus padres.

Dentro de los muros de la cárcel, acostumbrada a ser víctima de todo tipo de torturas por parte de sus compañeros de celda, Jenna ha aprendido cuanto sabe acerca de la vida y la supervivencia.

Todo cambiará el día que se desata una grave revuelta en la cárcel. Jenna tendrá que demostrar entonces que no está dispuesta a dejarse arrollar por el mundo...

Opinión personal

Este libro me llamó la atención por tres cosas: por ser una historia distópica, por ser autoconclusivo y por su precio. No es habitual encontrar una novela juvenil en este formato: de bolsillo, con una letra legible y que salga directamente así (sin tener que esperar a que la edición grande se adapte). Por todo eso, me lancé con él. No me equivoqué y me he encontrado con una historia que me ha gustado bastante.

El libro comienza con Jenna Strong en la cárcel. Es una chica de diecisiete años que cumple condena por el asesinato de sus padres. Está en la lista de los criminales más peligrosos del país. En una revuelta en la cárcel, Jenna escapa, desatando el caos y encontrándose en un mundo en el que debe ser más fuerte y valiente que nunca.

No voy a decir nada más de la trama, porque creo que este es uno de esos libros en los que, cuanto menos sepamos del desarrollo de los acontecimientos, mejor.

El mundo en el que nos encontramos a Jenna está controlado por la ACID, la fuerza policial que oprime esta sociedad distópica y que no deja absolutamente nada al azar.

Esta sociedad me llamaba mucho la atención, pero nada más empezar la lectura me chocaron un par de cosas. La primera fue la ambientación: nos encontramos con una mujer en una cárcel de hombres. ¡Ella sola entre todos los presos! No me cuadra. En una prisión (y más en una de alta seguridad) hay siempre división de sexos. No quiero ni pensar en lo que le pasaría a la pobre mujer que en la vida real metieran en una cárcel para hombres... ¡por muy peligrosa o psicópata que ella fuese!

Lo segundo que me rechinaba era que, en esa cárcel de hombres ¡todo el mundo tenía miedo de Jenna! ¿Por qué? ¿Porque había matado a sus padres y amenazado a unos cuantos compañeros de celda? Me parece poca cosa para aterrorizar a criminales peligrosos.

Llegados a este punto, tenía dos opciones: una era enfadarme porque no había quien se creyera el comienzo de la historia y dejar la lectura, y la otra, asumir que en un mundo paralelo y del revés lo que pasaba con esa cárcel tenía algún tipo de lógica y seguir la lectura. Opté por la segunda. Y me alegro de que así fuera porque para mí, quitando eso y un par de cosillas que os explicaré luego, el libro no tiene más pegas.

El personaje de Jenna me ha gustado mucho: es fuerte y valiente. Vive en la cárcel aceptando la responsabilidad de lo que hizo la noche en la que mató a sus padres. Pero su vida pegará un giró de ciento ochenta grados cuando un día, durante un revuelta, le ayuden a escapar de la prisión. A partir de entonces, tendrá que demostrar que no está dispuesta a dejarse aplastar por el mundo. Veremos a una Jenna dura y con mucho carisma, que sabe ser fuerte o sensible cuando tiene que serlo; que no se deja pisotear. Es una protagonista que me ha gustado por su lado luchador.

Aparecen muchos otros personajes, pero en ocasiones muy fugaces o no se los llega a conocer bien. Sólo tenemos la constante de Max. Irá cogiendo protagonismo a medida que avance la historia, pero es un personaje que ni fú ni fá. Es un poco paradito y depende siempre de lo que hace Jenna. Está claro desde el principio que surgirá algo entre ellos, pero el romance aparece en pinceladas muy sutiles dentro de la historia. No tiene demasiada importancia en la trama general.

Me ha gustado que se priorice la acción al amor. El libro cuenta con muchos giros y no puedes dar nada por sentado. Las cosas cambian a velocidad de vértigo y no tendremos tiempo ni de madurar nuestras teorías cuando algo cambie y lo ponga todo del revés.

El problema con la trama es que tiene cierta parte que se hace muy pesada y tediosa. Jenna pierde gran parte de su gancho y su carisma, y la trama se vuelve un poco insulsa. Luego remonta y vuelve a su ritmo habitual, pero fueron unas páginas bastante aburridas.

En la historia se intercambian los roles habituales: la chica es por una vez quien protege al chico. Max resultó un personaje débil y enfermizo la mayor parte del tiempo, por lo que es de agradecer que sea Jenna quien tenga que encargarse de cuidar de él.

Hay un halo de misterio que rodea la historia, y lamento decir que para mí, la gran sorpresa no lo fue tanto. Desde el principio, sumé dos y dos y me dio cuatro, así que no me sorprendió nada cuando al final desvelaron que, efectivamente, dos más dos es igual a cuatro.

Tampoco me gustó demasiado encontrar similitudes con multitud de historias distópicas que había leído antes: hay cosas de prácticamente todos los demás libros del género. Me pareció un pequeño remix de elementos secundarios.

Sin embargo, esa falta de originalidad no le resta ritmo al libro y cuenta con un final impresionante. Está lleno de acción, pega unos cuantos giros muy acertados y deja una puerta abierta a una posible continuación. ¿No era autoconclusivo? Sí, pero parece que no mucho: quedan muchas cosas en el aire, muchas dudas sin respuesta y un gran hilo suelto del que tirar en caso de que la autora quiera seguir con la historia.

Puntuación: 7,5

No es un libro que deje una huella especial, pero es entretenido y tiene mucha acción, lo que siempre es un punto positivo.