Sueños de Dioses y Monstruos. Laini Taylor

Autora: Laini Taylor

Editorial: Alfaguara

PVP: 17,50€

Páginas: 612

Encuadernación: tapa blanda con solapas






Sinopsis

Érase una vez un tiempo en el que solo existía la oscuridad. Y monstruos grandes como mundos que vagaban por ella.

Hasta que llegó un amor tan poderoso que unió todos los mundos… con puntadas de luz.

La joven Karou ha tomado el control sobre la rebelión quimérica y ahora el futuro de su raza depende de ella, si es que aún queda futuro para las quimeras en Eretz, una tierra asolada por la guerra. Pero cuando el brutal ejército de serafines de Jael traspasa al mundo humano, lo impensable se convierte en esencial: Karou y Akiva tendrán que unir sus ejércitos para luchar contra su enemigo común.

Esta unión de ambos ejércitos es una versión alterada de su antiguo sueño, donde ángeles y quimeras conviven juntos, en paz. ¿Pero habrá lugar en este nuevo orden del mundo para el imperdonable amor entre un ángel y un demonio?

Desde las calles de Roma hasta las cuevas de los kirin, humanos, quimeras y serafines lucharán, amarán y morirán en un teatro épico que trascenderá el bien y el mal, la amistad y el odio. Y, más allá de las fronteras del espacio y el tiempo, ¿qué sueñan dioses y monstruos?

Opinión personal

Con este libro se cierra una de mis trilogías preferidas. Es una historia increíble de principio a fin y este último libro no sólo está a la altura de los dos primeros, si no que consigue superar su estela.

Comenzamos donde termina el anterior libro. Jael es el nuevo emperador y se ha convertido en el enemigo común de Ilegítimos y quimeras. Pero cuando Jael entra en el mundo de los humanos acompañado de su ejército celestial, nadie espera que ambos bandos unan sus fuerzas. Los Ilegítimos, bajo el mando de Akiva, toman la sorprendente decisión de aparcar a un lado sus diferencias con las quimeras, lideradas por Thiago, quien debe actuar con mucha prudencia para evitar que se descubra que quien ocupa ahora el cuerpo del Lobo Blanco es Ziri.

Sin embargo, la alianza es inestable y los siglos de guerra y odio pesan mucho sobre los hombros de todos. ¿Lograrán dejarlo todo a un lado en busca de un bien mayor?

La pluma de Laini Taylor es exquisita. Es un libro destinado al público juvenil pero destaca sobre el resto porque su narración es mucho más compleja que la de otros libros. El estilo es impecable y muy elaborado, con unas frases que brillan por su complejidad. Sumergirse en estas páginas es una auténtica delicia.

Aunque es una historia que me encanta y que mucho tenía que cambiar para decepcionarme en esta tercera parte, lo cogí con miedo. Y el miedo no hizo sino aumentar durante las primeras doscientas páginas de la historia, pues es algo más lenta de lo que cabría esperar. Suceden cosas y, aunque me mantenía en ascuas, no conseguía engancharme igual que los dos anteriores.

Pero tras ese primer bache, todo es cuesta abajo a la hora de leer. De repente me encontré con que era adicta a la historia, no podía soltar el libro y cada cosa que sucedía me ponía los nervios de punta y me instaba a leer otro capítulo más, y después otro.

A ello también influye que los capítulos sean muy cortos. La fluidez de la trama unida a la rapidez con la que nos fundimos los cortos capítulos hacen que el libro sea ligero y nada pesado, aunque sobrepase las 600 páginas.



Descubriremos unos personajes muy cambiados, el viaje de Karou hacia la madurez ha sido impresionante. Sigue siendo la chica dispuesta a luchar por sus sueños que conocimos en libros anteriores, pero ahora es también mucho más realista, consciente de los riesgos que debe asumir si quiere ver sus mayores deseos hechos realidad. Igualmente, Akiva nos dejará ver su lado más angelical, más humano.

La que sí me ha sorprendido ha sido Liraz. Era ya un personaje que me gustaba, pero creo que ha sido mi preferido durante este libro. Conoceremos muy a fondo a éste ángel que verá su mundo patas arriba y que tendrá que tomar sus propias decisiones, lejos por primera vez en su vida del velo protector de su hermano Hazael.

No he echado de menos a Thiago. Era un personaje que odiaba y me alegré con lo que le pasó al final del segundo libro. Con Ziri ahora dentro de su cuerpo, la trama tomará varios giros importantes. Es un personaje de gran peso que me ha hecho tener el corazón en un puño durante varias veces a lo largo de la lectura.

Aparece un personaje nuevo, Eliza, que me gustó desde el principio a pesar de no saber muy bien qué tenía que ver con la historia principal. Pero los dos ríos se unen en un único cauce, nos dejan ver uno de los paisajes más hermosos que podía haber dibujado Laini Taylor. Me ha gustado mucho cómo se une la historia de esta chica a las vidas de Karou, Zuzana y compañía y, además la presencia de Eliza nos da más detalles de la trama principal, nos aporta otro punto de vista diferente.

Pese a que se desarrolle una guerra, en este libro no predomina la acción (que también hay, todo hay que decirlo). Es un libro de estrategias, decisiones difíciles, despedidas, reencuentros, sentimientos y mucho corazón. Es una historia donde veremos triunfar al amor sobre las dudas, sobre los prejuicios y sobre todas las cosas.

Y al final, no quedan cabos sueltos. Todo se entreleza y se cierra de una forma tan poética y magnífica como cabía esperar. El epílogo, como no podía ser de otra forma, está lleno de esperanza. Y es que Karou significa justo eso, esperanza.

Si bien es cierto que le pongo una pega a ese broche de oro, y es que deja una puerta abierta al futuro para que nosotros imaginemos qué pasará. Queda abierto un frente que hubiera preferido que se hubiera cerrado, pero, por otro lado, el final es perfecto tal y como está.

Puntuación: 10

Agradecimientos a Alfaguara por el ejemplara para reseña