Autores: James Patterson y Jill Dembowski
Editorial: Alfaguara
PVP: 15,95€
Páginas: 427
Encuadernación: tapa blanda con solapas
Sinopsis
Bienvenido a tu peor pesadilla, o al menos una que nunca has imaginado: un mundo totalmente diferente, sin libros, películas ni música, sin libertad. Todos los que tenemos menos de dieciocho años somos sospechosos, y tú también. De hecho, podrían detenerte esta misma noche ya que eres absolutamente prescindible.
Pero, ¿qué mundo es este? ¿Dónde podría ocurrir algo así? En realidad, eso no es lo importante.
Lo importante es que ha ocurrido, y nos está ocurriendo a nosotros en este momento. Si no te detienes un segundo y prestas atención, podría incluso ocurrir en tu mundo.
Opinión personal
Wicth & Wizard ha sido toda una aventura para mí. No esperaba que su primera parte me gustase tanto, fue una historia diferente que me enganchó desde el primer momento. Su segunda parte me gustó más que la primera porque la historia maduró muchísimo. Y con La magia del fuego, su desenlace, he tenido sentimientos encontrados.
La historia comienza un poco después de lo que nos cuentan en el segundo libro. De hecho, el comienzo es bastante duro, pues Whit nos cuenta que su hermana se muere. Ha contraído una enfermedad, la peste, que asola a toda la población y él está desesperado por curarla. Y a la vez, tienen que escapar de los soldados del Nuevo Orden, que quieren capturarlos para hacerse con Wisty, la Única que tiene el Don.
Si algo tengo que destacar de esta saga es su crecimiento. Si bien está pensada para un público infantil-juvenil, tiene momentos realmente oscuros que ponen los pelos de punta. Poco a poco ha ido evolucionando, desde una historia distópica donde lo prohibido es la magia (junto con los libros o la música) hasta una historia de abusos sobre la población y lavados de cerebro en masa. Cada vez ha ido revelando más aspectos que han convertido la saga en un ente mucho más maduro.
El principal problema que le veo es que ha perdido en gran parte, su esencia. Los personajes han ido madurando y eso les ha hecho perder su encanto inicial. Es cierto que las situaciones que viven cada vez son más terribles, pero el sentido del humor que me gustó tanto en la primera parte aquí ha desaparecido por completo. Whit y Wisty se han visto arrastrados por las circunstancias y ya no son los mismos. Y los he echado de menos, igual que he echado en falta al resto de personajes que salían en el segundo libro, los amigos rebeldes de los protagonistas (Janine, Byron, Sasha, Emmet...), que aportaban vida a la historia.
Aquí lo que encontramos es una constante huida y lucha por esconderse de los malos. Y llegado a cierto punto, me he cansado. He tenido la sensación de que todo se podía haber resumido más y dejar que la historia terminase en el segundo libro, sin necesidad de alargarlo tanto. Porque es innecesario y no hacemos más que dar vueltas a lo mismo.
Y cuando por fin los protagonistas dejan de huir y se enfrentan a su destino, ya casi al final del libro, me he llevado una nueva decepción. Porque hay cantidad de acción, muchos momentos tensos, pero mal resueltos. En las escenas de acción me perdía, no sé si será fallo de la traducción o de la narración, pero no me enteraba bien cómo los personajes pasaban de A a C, sin contarte que primero pasaron por B. Es como si estuvieran narradas demasiado deprisa, con movimientos rápidos y sin dar explicaciones suficientes, como si quisieramos todos que terminaran cuanto antes. Las peleas, los enfrentamientos directos terminan de forma sencilla, rápida y abrupta y me hubiera gustado un poco más de explicación, que pudiésemos deleitarnos más con esos momentos.
Los capítulos siguen siendo muy ágiles. cortos y que enganchan. El final del capítulo está pensado para que te veas obligado a leer el siguiente de inmediato. Es un libro que se lee en un suspiro, con rapidez. La lástima es que el ritmo, aunque ágil, se ve interrumpido por unos hechos que se tornan un tanto repetitivos.
Con este libro termina la trilogía y al final ha quedado todo bien atado. Es un final que me ha gustado pero que lo hubiera hecho aún más si los momentos de acción, como ya he dicho antes, fueran más explícitos (el símil en el cine con lo que pasa aquí serían las típicas escenas con movimientos rápidos y bruscos de cámara para que no se aprecie bien lo que está pasando).
Lo que sí me ha gustado es que se lee muy rápido y es muy entretenido, tiene un tipo de narración que engancha y, porque después de tanto tiempo, y de haberles cogido cariño a Whit y Wisty, me ha dado pena despedirme de ellos. Tiene momentos muy tiernos, otros un tanto difíciles y muchos que son, simplemente, mágicos.
En conclusión, me ha parecido que este tercer y último libro de la trilogía era el más flojo de los tres, me ha parecido repetitivo y algo en la narración de las escenas de acción no ha terminado de convencerme. Pero aún así ha sido agradable ver cómo termina la historia, ver a Whit y a Wisty en todo su esplendor y cómo la magia ha ido cobrando fuerza dentro de sus corazones pese a estar prohibida.
Puntuación: 6,5
Agradecimientos a Alfaguara por el ejemplar para reseña
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