Cinder. Marissa Meyer

Autora: Marissa Meyer

Editorial: Montena

Colección: Ellas

PVP: 16,95€

Páginas: 432

Encuadernación: tapa blanda con solapas

Sinopsis

Bienvenidos a Nueva Pekín, metrópoli central de un mundo futuro donde humanos, ciborgs y androides coexisten en precaria convivencia, amenazados todos por una extraña y caprichosa plaga mortal para la que los científicos no encuentran cura. 

Esa es la ciudad en la que vive Linh Cinder o, simplemente, Cinder, una ciborg que, por serlo, es odiada y despreciada por todos, y sobre todos, por Adri, su madrastra, cuyo amor y respeto jamás ha tenido a pesar de que gracias al trabajo de Cinder ella y sus dos hijas, Pearl y Peony, pueden salir adelante y aparentar más de lo que son. Aunque no todo son malas noticias: Peony es su mejor amiga. Su mejor amiga humana. 

Sabe que no lo logrará, pero no deja de alimentar la esperanza, que sabe vana, de ganarse el favor de su familia y de ir, ¿por qué no?, al baile real que cada año se celebra en Palacio. Pero es el cuento de nunca acabar porque Adri, que no deja de prometerle lo mejor para cuando acabe lo que sea que tiene que hacer, siempre le tiene guardada una tarea nueva, que arregle el levitador o cualquier otro cachivache. 

Porque Cinder es la mejor mecánica de Nueva Pekín, y tan grande es su fama que el mismísimo Príncipe Kaito, heredero de la Comunidad Oriental, ha acudido a su cuchitril en el mercado para confiarle el arreglo de su androide. «Contiene información confidencial y es una cuestión de seguridad nacional que la recupere… antes de que lo haga otra persona», le explica. 

Vale, Cinder es una ciborg pero no es de piedra, y ese príncipe se demuestra capaz de alterar todos sus circuitos. Pero se cierne sobre ella, sobre ellos, una amenaza más grave que el enamoramiento: la de una fuerza procedente del espacio exterior que aguarda el momento adecuado para atacar la tierra.

Opinión personal

Cuando leí por primera sobre la publicación de un remake sobre el cuento de Cenicienta, supe que tenía que leerlo. No me equivoqué al hacerlo, pero la primera entrega de las Crónicas Lunares poco tiene que ver con la Cenicienta que perdió el zapato volviendo loco al príncipe. 

Cinder es la mejor mecánica de Nueva Pekín. Por eso, el Príncipe Kaito acude a ella para que le arregle su vieja androide estropeada. Contiene información vital, por que necesita con urgencia que vuelva a estar operativa. La vista de Kai al taller de Cinder no hace sino alimentar los deseos de la chica por ir al baile.

Aún así, sabe que Adri, su madrastra-tutora, nunca se lo permitirá. Cinder es una ciborg y a su familia de acogida solo les importa porque es el único sustento de la casa. Al igual que Cenicienta, Cinder tiene dos hermanastras: Pearl y Peony. Pero a diferencia de ella, Peony sí es su amiga. Su mejor amiga.

La ciudad, Nueva Pekín, sufre una plaga de letumosis, una enfermedad que está acabando con gran parte de la población. Ni los emperadores escapan a ella. Es importante dar con una cura. Muy importante. Por eso, se han implantado las levas: una selección aleatoria del número de identidad de un ciborg que se entregará a la ciencia para experimentar con posibles antídotos.

Pero la letumosis no es el único problema de Nueva Pekín. Acecha la amenaza de una guerra contra Luna. La reina Levana tiene intención de convertirse en emperatriz y está dispuesta a todo por conseguirlo. Los lunares son un pueblo fuerte que se vale de un hechizo para conseguir lo que se les antoje.

Con estos ingredientes, Marissa Meyer nos trae una historia que engancha, y mucho. Se me ha antojado un mundo muy original y estoy deseando leer las continuaciones. Cinder es la primera parte de una tetralogía compuesta por Cinder (Cenicienta), Scarlet (Caperucita Roja), Cress (Rapunzel) y Winter (Blancanieves).

Pese a que está basado en un cuento que todos conocemos, tiene muy poco que ver con él. Aparte de una madrastra y hermanastra malvadas y odiosas, de un príncipe que se fija en la protagonista, un baile real para buscar esposa y de algún que otro incidente de pies-zapatos... lo demás todo es diferente y nuevo.


Los personajes están basados en el cuento, eso sí, pero nuestra Cenicienta, Cinder, es mucho más fuerte y valiente. Tiene mucho carácter, es sarcástica y tiene un corazón enorme. El príncipe Kai es adorable. Pese a su corta edad, es muy responsable y está dispuesto a sacrificarse por los demás. Además de increíblemente guapo, es protector, simpático... Lo tiene todo, vamos.

Lo mejor de esta historia es que todos los personajes están perfilados a la perfección. Incluso los secundarios que solo tienen un pequeño papel aparecen dibujados y matizados de manera sorprendentemente buena.

Meyer consigue que sientas hasta ganas de matar a ciertos personajes. Como la reina Levana. Pocas veces he cogido tantísimo odio hacia un personaje como el que me ha despertado esa mujer.

Aparte de eso, la novela tiene una trama muy elaborada y muy bien entretejida. Y ahora es cuando viene el grandísimo "pero" del libro. La autora tenía planeadas varias sorpresas que hubieran sido un bombazo de no haberlas adivinado antes de haber leído cien páginas. Se me ha antojado un poco previsible en ese sentido. No ha logrado sorprenderme con su gran revelación final porque ya la conocía desde casi el principio. Quizá podría haber ido soltando la información de manera más dosificada para que su as en la manga se hubiese mantenido oculto un poco más.

Por lo demás, se trata de una obra muy impactante que absorbe de una manera inhumana. Tanto, que lo leí prácticamente en un día. Y no me di cuenta de que había terminado el libro hasta que pasé la página y vi que no había nada más por leer.

Me he quedado con muchas dudas y ganas de saber qué pasa en la segunda parte de Crónicas lunares, porque el final es abierto. Mucho.

En resumen, para cerrar esta larga reseña, Cinder es un libro muy, muy bueno, que engancha como una droga y que no se lleva un diez porque adiviné el pastel demasiado pronto.

Puntuación: 9,5

¿Os animáis a viajar al futuro, a Nueva Pekín? Besos,