El camino de las sombras (El ángel de la noche I). Brent Weeks

Autor: Brent Weeks

Editorial: De Bolsillo

PVP: 9,95€

Páginas: 586

Encuadernación: tapa blanda






Sinopsis

El asesino perfecto no tiene amigos, solo enemigos. A sus 11 años, Azoth ha aprendido a juzgar a la gente a primera vista; en realidad, le va la vida en ello, pues forma parte de una de las bandas de huérfanos que roban y malviven en las peligrosas calles de la metrópoli de Cenaria. Bandas en las que los pequeños son tiranizados por los mayores, en las que únicamente sobreviven los más fuertes, los más rápidos, los menos inocentes. Su única posibilidad de escapar a la miseria y el miedo constantes es convertirse en aprendiz de asesino. Y no de cualquier asesino, sino del mejor: Durzo Blint. Para ser aceptado por Blint, Azoth deberá demostrar que tiene aptitudes para el "oficio" que desea aprender.

Opinión personal 

Nunca me ha llamado mucho la atención el género de fantasía épica. Probé hace tiempo con El nombre del viento, y, aunque me gustó y tengo la segunda parte en casa pendiente de leer, no me enganchó lo suficiente para probar con más títulos del género. 

Pero hay veces que parece que un libro te persigue. Yendo a diferentes tiendas de libros, tropezaba a menudo con la edición de bolsillo de El camino de las sombras. Repetía el ritual de cogerlo del estante y mirar la portada. Desde ella saludaba el dibujo serigrafíado de un encapuchado armado con dos espadas a modo de Assassin's Creed, leía la sinopsis y lo volvía a dejar en el estante. Finalmente en unas vacaciones con tiempo de sobra para leer, piqué y me lo llevé a casa. En la primera página te encuentras unas pretenciosas palabras del autor: "Coger un  libro de un autor al que no has leído es un acto de fe. He aquí mi oferta: concédeme un par de páginas y yo te daré un viaje como no habías soñado". Un par de páginas es decir demasiado, sin embargo después de unos cuantos capítulos estaba enganchado.

En una época de espada y magia, nos encontramos a Azoth. Un huérfano que vive en las peores calles de la ciudad de Cenaria, robando para subsistir mientras aguanta los abusos de Rata, el jefe de bandas para el que roba. Coaccionado por su negro porvenir y frustrado por el miedo que atenaza su vida, se propondrá seguir los pasos del único hombre sin miedo que conoce; Durzo Blint, el mejor asesino a sueldo de Cenaria. 

Esta es la premisa que me encontré en los primeros capítulos. No me atraía mucho, un niño viviendo en las calle pasando penalidades tipo Oliver Twist y un asesino a sueldo con  más ego que Cristiano Ronaldo. Sin embargo, la historia y los personajes van de poco a más y esto es sólo el principio de una historia más grande. 

A medida que el relato avanza empiezan a entrar personajes, a los cuales el autor no te presenta, sino que aparecen de repente al pasar la página. El autor no pierde el tiempo en aburridas explicaciones presentando quién es quién, sino que los personajes y las tramas se presentan ellas solas en el contexto de la historia, lo que a veces descoloca pero imprime al libro un gran ritmo que poca veces decae. 

El relato va creciendo, entran más personajes y tramas, haciéndose la historia más grande, pero nunca crece más allá de lo que al lector le cueste seguir los acontecimientos. Mientras, vemos a Azoth seguir el sendero oscuro que ha elegido, que le llevará a un duro adiestramiento, a perder su identidad y a ponerse como pieza en el tablero de las intrigas de nobles y delincuentes. 

Punto fuerte del relato es la relación entre Azoth y Durzo Blint, los tira y afloja que hay entre ambos, el cómo se escenifica el siniestro oficio de Durzo, las técnicas y terminología que se emplea en él, las sorpresas y secretos que guardan los personajes, los giros que se producen y sobre todo la acción, pues la historia tiene mucha acción. 

Sobre todo, en el acto final, donde se suceden las escenas de batalla, los duelos con espada contra uno o más adversarios de manera trepidante hasta su final. Bueno, más bien el final del relato hasta aquí, ya que es una trilogía.

Me ha gustado bastante, sobre todo el ritmo que imprime el autor, con capítulos cortos, de los que picas con el siguiente cuando ya habías dicho que uno mas y lo dejabas. Sobra decir que seguiré con el siguiente libro.