Autora: Richelle Mead
Editorial: Alfaguara
PVP: 14,96€
Páginas: 492
Encuadernación: tapa blanda con solapas
Sinopsis
La vida de Rose ya nunca será igual. El reciente ataque strigoi a la Academia St. Vladimir ha devastado el mundo moroi. Muchos han muerto, otros han sido secuestrados, entre ellos: Dimitri Belikov.
Rose tendrá que elegir entre mantener su voto de proteger a Lissa, su mejor amiga y la última princesa Dragomir, o abandonar la academia y buscar a su amado. Pero, llegado el momento…
¿ENCONTRARÁ EL VALOR NECESARIO PARA CUMPLIR LA PROMESA QUE LE HIZO A DIMITRI Y TERMINAR CON LA VIDA DE LA PERSONA QUE AMA?
Opinión personal
Esperaba con tantas ganas este libro que, cuando me decidí a empezarlo, lo he devorado. Sin duda alguna, es el mejor libro de la saga hasta el momento. Aviso de que la reseña puede tener spoilers de lo que ocurrió al final de Bendecida por la sombra.
Ya sabemos que Rose y Dimitri habían intentado por todos los medios estar separados antes de rendirse y decidir que tenían que encontrar una forma para estar juntos. Pero Dimitri acabó convertido en strigoi durante la pelea en la academia y Rose... Rose vio su corazón convertido en pedacitos. Tuvo que elegir entre su mejor amiga, Lissa, y el amor de su vida, Dimitri. Y lo eligió a él. Tomó la decisión de abandonarlo todo para acabar con la criatura en la que se había convertido, para proporcionarle paz a su alma.
Rose deberá ir en busca de Dimitri. La única pista que tiene es que él podría haber vuelto a su hogar, a Siberia. Pero ahí acaba todo. Sin conocer el idioma y con la única idea de encontrar un pueblo de dhampir en Siberia, Rose se planta allí.
No tendrá ni idea de por dónde empezar... así que pasa las noches vigilando a un grupo de moroi en un selecto club con la esperanza de obtener algo de información. Su suerte cambia cuando Sidney se cruza en su camino. Y con ella, se abre para Rose el mundo de los alquimistas (de los que no quiero contaros mucho).
Richelle Mead ha vuelto a superarse. El libro engancha desde su primera página. El cambio de escenario es un total acierto y también las dos tramas paralelas que se desarrollan. Porque pese a que nos encontramos en Siberia con Rose, no abandonamos St. Vladimir. De vez en cuando, gracias al vínculo de Rose, sabemos de Lissa, Christian y Adrian.
La autora se ha guardado un as en la manga. Y es que no nos contó todas las escenas románticas entre Rose y Dimitri, por lo que ahora disfrutaremos de pequeños flashes en los que veremos al antiguo Dimitri, aquel que no era un strigoi, y su amor por Roza.
A lo largo de su búsqueda, a nuestra protagonista le asaltarán muchas dudas: si será capaz de encontrar a Dimitri, qué hará cuando lo vea, qué será de ella después... Rose se plantea un montón de dilemas y se ve asaltada por sentimientos contradictorios.
Promesa de sangre es un libro donde la acción no está en primer plano. Pero pese a ello, es imposible aburrirse. Lo últimos capítulos son un vaivén de movimiento y actividad.
Muchas veces, nos encontraremos con divagaciones, pero creo que ha sido una parte necesaria para la historia. Richelle Mead juega con nosotros, nos lleva a sufrir viendo los destrozos que Rose se hace a sí misma, nos hace sentir verdadera desesperación durante la lectura.
Tenemos nuevos personajes. Abe Mazur, es un misterioso hombre con pinta de mafioso contratado por alguien con vete a saber qué fin. Sólo sabemos que acosa a Rose. Y Sidney, la alquimista, será la nueva amiga de Rose, igual que Avery lo será de Lissa.
El final del libro es sorprendente. Pega un giro argumental de esos que te dejan con la boca abierta y muchas, muchas ganas de más. Ya sabremos por dónde van a ir los tiros en las dos partes que faltan de la saga.
Puntuación: 10
Yo, por mi parte, espero con impaciencia Sipirit bound. Cada vez amo más esta saga y creo que, pese a lo saturados que estamos muchos de vampiros, merece la pena hacerle un hueco en nuestras lecturas.
Besos,
Qué envidia te tengo ahora mismo, tengo muchísimas ganas de leerlo, a ver si después de exámenes me pongo con él ^^ un saludito
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