Casada por los pelos. Jane Costello

Autora: Jane Costello

Editorial: Versátil

PVP: 18,90€

Páginas: 389

Encuadernación: tapa blanda con solapas






Sinopsis

¿Qué es lo peor que puede ocurrirle a una inocente novia? ¿A alguien tan cariñoso, tierno y divertido como Zoe Moore?

En su huída a América, acaba trabajando como niñera para el temperamental, difícil e irresistiblemente atractivo Ryan, padre de dos niños. Pero Zoe descubrirá pronto que por muy lejos que te vayas, es difícil escapar del pasado.

Opinión personal

Os traigo la reseña de un libro que empecé a leer considerándolo un mero pasatiempo, pero que ha acabado gustándome bastante. 

Nos cuenta la historia de Zoe, una chica que trabaja en una guardería. Trabajaba más bien, porque al inicio del libro ella lo ha dejado todo para irse a vivir a Estados Unidos. ¿Qué puede llevar a una joven inglesa que jamás ha salido de su país a dejarlo todo y cruzar el charco? Pues algo horrible que sucedió el día de su boda.

Cuando aterriza descubre que tiene que trabajar cuidando los dos niños de un hombre, Ryan Miller, que resulta ser bastante complicado. Complicado en el sentido de borde, grosero, descuidado y desagradable. Pero aún así, tiene algo que no le pasa desapercibido a Zoe: está buenísimo. Tanto, que ella desarrollará una malsana obsesión con sus brazos. 

La historia presenta varios tópicos, sobre todo, referentes a Estados Unidos: la vecina perfecta, el pueblecito idílico, la comida rápida, las fiestas en casa, las niñeras británicas haciendo piña… Pero aún así se hace entretenido y ameno. 

Es una novela chick-lit que, como toda buena novela del género, es muy ligera. La trama no es gran cosa, pero me ha gustado que, entre tonteos amorosos y demás, también haya un hueco para temas más profundos. No diré qué clase de temas son estos para no estropearle nada de la historia a quien no la haya leído, pero sí que resulta agradable encontrárselos. 

Hablando de la trama, ésta se centra en el día a día de Zoe. En cómo va evolucionando su relación con Ruby y Samuel (los niños que cuida), cómo es convivir con Ryan, lo que echa de menos a su ex novio Jason, y en conocer a las otras niñeras de la zona. 

En cuanto a personajes, tenemos a la protagonista, Zoe, que es una chica bastante insegura, pero que no se rinde ante nada. Lo demuestra su aguante ante las perrerías de Ryan. Y éste último… es un hombre torturado por la ausencia de su esposa, que paga sus penas con el mundo. Pero a medida que avancemos en la historia, veremos que en realidad es buen chico. Ruby es una niña muy espabilada para tener seis años: no se le escapa ni una. Su hermano Samuel es algo más pequeño e imita el comportamiento de Ruby. Son dos niños muy buenos… hasta que llega la hora de ir a la cama. 

También conoceremos a las otras niñeras: Trudie, Amber y Felicity. Yo, sin duda, me quedo con Trudie. Me ha parecido uno de los mejores personajes del libro, si no el mejor. Alocada, siempre le gusta llamar la atención y loca por su Ritchie. Pero también tiene su secreto oculto. 

Zoe siempre estará pensando en Jason, pese a que ha decidido romper con su anterior vida para olvidarle. Pero es difícil escapar del pasado. 

El libro es bastante predecible y en algún momento he sentido ganas de estrangular a Zoe. Verdaderas ganas. Pero que sea predecible no quita que sea divertido (tiene un par de momentos grandiosos) ni que sea entretenido. A mí me apetecía alguna lectura de ese tipo, por eso no me ha decepcionado y ha acabado por gustarme mucho. 

En cuanto al final, es como tenía que ser, no ha habido sorpresas. Me ha dejado buen sabor de boca y con una sonrisa bobalicona. Es un libro autoconclusivo, sobra decirlo. 

En definitiva, se trata de un libro muy recomendable para una lectura ligerita, que te permita desconectar de otras más pesadas, o para que te haga pasar un buen rato. Entretenido y simple, pero con pequeñas dosis de humor y una protagonista con la que es fácil sentirse identificada en algún aspecto. 

Puntuación: 8,5 

Personalmente, yo me identifiqué con Zoe y admiro su valentía porque… ¿quién no ha pensado alguna vez en hacer las maletas e irse a otro lugar para empezar de cero?

Besos,