Pero en vez de decir cómo me sentía, opté por no hablarle durante dos semanas. Dejé que la herida se infectase y creciese, agrandado el silencio entre nosotras. Aprendí entonces una lección fundamental: que una relación entre dos personas se juzga a partir de la lista de cosas que ambas callan.
Eve, Anna Carey.
oh gusto mucho. Lo cierto es que tiene toda la razon del mundo.
ResponderEliminarUn beso!
Cuando lo leí me gustó mucho esta, un saludito guapa
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